26 octubre 2009

ARTICULO ESCRITO SOBRE " BROCHES CON MENSAJE "


ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO EL MUNDO
09/10/2009
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EL MUNDO

Madeleine Albright o la diplomacia del broche

Albright, una maestra de la diplomacia del broche

Las joyas en la solapa de la ex canciller de EEUU tenían mensaje

RICARD GONZÁLEZ. ESPECIAL PARA EL MUNDO

Washington

Madeleine Albright fue la primera mujer en la historia de EEUU en desarrollar la tarea de secretaria de Estado. Y como muestra de que las mujeres son capaces de aportar nuevas formas e ideas a la vida política, creó un nuevo lenguaje diplomático que explica en un libro que acabar de ser publicado: Read my pins (Lee mis insignias). En su libro, Albright cuenta cómo su colección de más de 200 insignias, que se exhiben actualmente en el Museo de Arte y Diseño de Nueva York, se convirtieron en portadoras de mensajes diplomáticos a sus homólogos.

Curiosamente, la idea se la proporcionó sin quererlo el que fuera uno de los mayores enemigos de Estados Unidos durante las últimas décadas: Sadam Husein. Mientras Albright era la embajadora norteamericana ante Naciones Unidas en el primer mandato presidencial de Bill Clinton, el líder iraquí la definió como una «serpiente sin par» por su intransigente postura sobre las inspecciones del arsenal de armas de destrucción masiva iraquíes.

Y la ex secretaria de Estado pensó que sería divertido lucir una insignia de una serpiente enrollada en un ramo cada vez que se reuniera con un representante iraquí.

«Pronto, y sin pretenderlo, me di cuenta de que mis joyas se habían convertido en parte de mi arsenal diplomático», cuenta en su libro. Utilizados en su debido momento, los broches pueden «añadir calidez o presión en una relación».

De este modo, cuando en 1996 fue nombrada secretaria de Estado, decidió seguir explotando ese filón diplomático.

En el libro, Albright ofrece ejemplos de cómo usó los broches en sus relaciones con algunos de los hombres más poderosos de la Tierra. Su innovación fue todo un éxito, pues el propio Vladimir Putin le confesó una vez a Clinton que siempre que veía a la canciller estadounidense intentaba descifrar cuál era el significado de su insignia y a quién iba dirigido.

En ocasiones, incluso explicaba a su interlocutor el sentido del broche, no sin recurrir al sentido del humor. Como cuando lució un broche en forma de flecha y el entonces ministro de Asuntos Exteriores ruso Igor Ivanov inquirió con ironía si ése era «uno de los interceptores de misiles» nuevos de Estados Unidos. Ella respondió con la misma sorna: «Sí, y como puedes ver, cada vez los podemos hacer más pequeños».

Uno de los que sufrió en más ocasiones la contundencia de esta dama de hierro, fue Yasir Arafat.

Harta de lo que consideraba inflexibilidad del dirigente palestino en las negociaciones para poner en marcha los Acuerdos de Oslo, Albright se presentó a sus reuniones con el raïs, con una aparatosa avispa de oro, plata y rubíes.

El mensaje sobre lo que le podía suceder a Arafat si no colaboraba con EEUU era obvio. «Un dignatario extranjero, estando de pie a mi lado en una conferencia de prensa, estaba más feliz de ver un brillante sol enganchado a mi chaqueta que una avispa amenazadora», cuenta mientras recuerda sus relaciones con Arafat. «Quería ser incisiva y dura», añade.

Y es que además de arañas, avispas y otros objetos hostiles, la ex jefe de la diplomacia también disponía de broches para comunicar mensajes positivos, como soles, mariposas o globos aerostáticos.

Por ejemplo, cuando viajó a Sudáfrica para entrevistarse con Nelson Mandela, al que admira profundamente, y escogió uno de sus broches favoritos, el de la cebra, para transmitir ese sentimiento. «Las cebras eran el símbolo de África», comenta Albright en el libro.

A sus 72 años, esta mujer judía de origen checo ha decidido alejarse del primer plano de la vida política, si bien en su momento Vaclav Havel intentó convencerla para que le sucediera como presidente checo. Ahora bien, cuentan que su amiga Hillary Clinton, actual secretaria de Estado, siempre escucha muy atentamente todos sus consejos.