Siempre me había gustado, pues podía plegarse y podría quedar muy bien en cualquier rincón del salón. Pero tenía un defecto, tenía unas quemaduras sobre la mesa, quizás de poner velas.
Al final me decidí a darle un cambio visualmente hablando. Para ello tenía que remover el barniz , y las quemaduras que tenía la mesa, y pintarla.
¡¡eh voilà!! así quedó la mesa.